A medida que crece la población mundial, los recursos se vuelven limitados. En lugares como las ciudades (donde las oportunidades de carrera, educación y culturales ya atraen a muchas personas), una congestión adicional puede hacer que la logística del día a día se sienta engorrosa e ineficiente. Los pronósticos sugieren que las poblaciones urbanas están en crecimiento. Para 2050, el mundo agregará casi 2,5 mil millones de personas debido al crecimiento de la población y la migración del campo a la ciudad.
Afortunadamente, la electrónica y los dispositivos de comunicaciones inteligentes han ayudado a aumentar el acceso de las personas a herramientas y servicios, informan decisiones más eficientes y mantienen a las personas conectadas mientras están físicamente lejos de sus círculos sociales. Dado que estos dispositivos ayudan a organizar, conectar y hacer más eficientes aspectos de las vidas de las personas, solo tiene sentido fusionarlos con los epicentros enriquecidos en las ciudades. Es necesario hacer las ciudades más adaptativas a las personas en ellas dado que los expertos estiman que el 68 % de la creciente población mundial vivirá en áreas urbanas en 20501.
Esto introduce la idea de una ciudad inteligente, donde los edificios, autos, aparatos e infraestructura se conecten y comuniquen como dispositivos electrónicos. Esta expansión del Internet de las cosas (Internet of Things, IoT), o la cantidad de dispositivos conectados, ayudará a influir en el rendimiento y la logística de la vida urbana y a mejorarla. Ya no es una aspiración de pensamiento a futuro y es más una proeza realista, dado que la red necesaria para soportar el ancho de banda de las ciudades inteligentes, la conectividad 5G, se encuentra en el horizonte.
La conectividad 5G es el motor de las ciudades inteligentes
Para que una ciudad inteligente esté verdaderamente interconectada, esta dependerá de redes inalámbricas móviles rápidas, las más recientes tecnologías inalámbricas dentro de los edificios y una red que pueda procesar y almacenar millones de piezas de datos de una sola vez. Los datos serán generados por una amplia red de dispositivos de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), ya sea un teléfono celular, un electrodoméstico de cocina, un sensor de un semáforo o un dispositivo médico remoto. Los analistas creen que veremos casi 39 mil millones de dispositivos conectados globalmente para 20252.
Estas redes y dispositivos recopilarán y analizarán datos que pueden ayudar a mejorar la seguridad, salud y eficiencia sociales. Las ciudades inteligentes tienen muchas formas de aplicar estos datos y hacer mejoras importantes para el bienestar de las personas y la productividad general.