Después de la campana final de un juego de hockey de la NHL®, los jugadores se retiran al vestuario para celebrar o reflexionar en medio de una multitud de medios de comunicación, los fanáticos salen del estadio para hacer lo mismo y los empleados de la pista se ponen a trabajar para volver a poner en buenas condiciones las instalaciones. Pero un ritual posterior al juego poco conocido es que los árbitros y los representantes de ambos equipos califican la superficie del hielo. ¿Por qué? Porque la calidad del hielo es vital para el rendimiento y la seguridad.
Para la NHL®, es su responsabilidad asegurarse de que todos los aspectos de las instalaciones de la Liga que afectan el rendimiento y la seguridad de los jugadores cumplan con los más altos estándares. Para cada período de cada juego, desde la pretemporada hasta el Juego 7 de la final de la copa Stanley Cup®, ante aproximadamente 20.000 fanáticos emocionados, nada es más importante que el hielo para un juego de la NHL®.
La velocidad, la energía y la fuerza que los mejores jugadores de hoy imparten en la capa de hielo al patinar, girar y detenerse durante un juego pueden afectar la superficie de la pista. El hielo debe estar en excelente estado durante todo el juego y listo para ser usado en cuestión de minutos. Esta calidad de hielo también es fundamental para las pistas de la comunidad local donde jugadores y fanáticos del hockey surgen y son estimulados en su camino hacia las grandes ligas.
Sin embargo, muchas de las pistas comunitarias en Norteamérica tienen sistemas de refrigeración de hielo antiguos e ineficientes, que en muchos casos dependen de refrigerantes que están sujetos a medidas normativas. Por esa razón, la NHL® implementó la iniciativa Greener Rinks (pistas más ecológicas) para garantizar que el hockey continúe prosperando en todos los niveles y, como parte de esa iniciativa más amplia, se está asociando con Chemours para proporcionar soluciones refrigerantes Opteon™ con bajo GWP (por sus siglas en inglés) a las pistas en Norteamérica. La alianza tiene como objetivo educar y compartir las mejores prácticas en los lugares y espacios donde se juega hockey a fin de garantizar en última instancia el crecimiento continuo del deporte de una manera económica y ambientalmente sustentable.
El Ball Arena, hogar de Colorado Avalanche®, establece un nuevo estándar de sustentabilidad
El Ball Arena, propiedad de Kroenke Sports & Entertainment (KSE) en Denver, sede de Colorado Avalanche® de la NHL®, ha recibido sistemáticamente algunas de las mejores calificaciones sobre la calidad del hielo de la última década. Cuando se presentó la oportunidad de actualizar a un sistema con bajo potencial de calentamiento global, los líderes del Ball Arena aprovecharon la oportunidad.
La alianza entre la NHL® y el equipo de refrigerantes Opteon™ de Chemours para promover soluciones de pista sustentables en el hockey en todos los niveles hizo que la decisión del equipo del Ball Arena fuera mucho más sencilla de tomar: el refrigerante Opteon™ XP10 (R-513A) ofreció una solución óptima. Opteon™ XP10 ofrece un excelente desempeño de capacidad y eficiencia con respecto al R-134a en sistemas nuevos y de reemplazo, y cuenta, en comparación, con bajo potencial de calentamiento global gracias a una reducción del 56%.