La pandemia de COVID-19 cambió el mundo y continuará cambiándolo en los próximos años. Una vez que haya pasado la urgencia en la salud pública y la emergencia económica, nuestro nuevo mundo requerirá que cambiemos nuestro comportamiento y nuestra sociedad.
Tendremos que innovar para enfrentar nuevos desafíos, aprender a mantener la sociedad en funcionamiento y hacerla más resistente a las crisis. El mundo puede recuperarse hacia una cultura más limpia, más conectada y menos dependiente del carbono que nunca antes, pero para hacerlo, debemos continuar aprovechando el poder de la química.